PEREGRINACIÓN DE LA VIRGEN DE LA VIDA

Objetivo:

Desarrollar un escenario de encuentro personal y comunitario de oración y misión, a través de la peregrinación de la Virgen de la Vida por los distintos espacios eclesiales y sociales de la Vicaría Episcopal Territorial, para ser signo testimonio de la causa de la promoción y defensa de la vida en medio de la ciudad.

La Oración por la Vida:

“Queremos recordar que la devoción a María, dando relieve a la dimensión humana de la Encarnación, ayuda a descubrir mejor el rostro de un Dios que comparte las alegrías y los sufrimientos de la humanidad, el «Dios con nosotros», que ella concibió como hombre en su seno purísimo, engendró, asistió y siguió con inefable amor desde los días de Nazaret y de Belén a los de la cruz y la resurrección.” (El culto a la Virgen María Catequesis de Juan Pablo II del 15 de octubre de 1997)

La causa de la vida pasa por el reconocimiento de esta como el valor más importante, que se desprende de nuestra propia identidad y dignidad de hijos de Dios y creaturas hechas a su imagen y semejanza, y nos mueve a sensibilizarnos ante el drama, el dolor de aquellos a quienes sus vidas no les son valoradas, “los niños a quienes se les impide nacer, los pobres a quienes se les hace difícil vivir, los hombres y mujeres víctimas de la violencia inhumana, los ancianos y enfermos muertos, a causa de la indiferencia o de una presunta piedad”.(Oración por la vida)

Pero también mueve al anuncio misionero del Evangelio de la Vida, con la esperanza puesta en todos aquellos que lo acogen, lo celebran, lo testimonian y construyen la civilización de la verdad y el amor. El tríptico de la Virgen de la Vida, ha sido entregado a cada una de las Vicarías, para que peregrine en medio de los distintos espacios eclesiales y sociales que las componen, no solo para el desarrollo y la generación de escenarios de oración y encuentro personal y comunitario con Jesús en lo propio y específico de la devoción mariana, sino para que los cristianos, unidos en oración, caminantes, misioneros, sean signo testimonio de la causa de la Vida, en medio de tanta degradación y muerte que habita particularmente en esta porción de la Arquidiócesis.

Fuente: sameCover

PLAN E